¡Que viva Italia! by Mario Monicelli, Dino Risi, Ettore Scola (1977) CASTELLANO

 
Título original
I nuovi mostri
AKA
  • Los nuevos monstruos
Año
Duración
115 min.
País
Italia Italia
Dirección
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Guion
Agenore Incrocci, Ruggero Maccari, Giuseppe Moccia, Bernardino Zapponi, Ettore Scola
Música
Armando Trovajoli
Fotografía
Tonino Delli Colli
Reparto
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Productora
Dean Film
Género
Comedia | Secuela. Película de episodios
Sinopsis
En 1964, Dino Risi filmó "I mostri", una película compuesta por varios episodios sobre la vida italiana. Catorce años después, tres conocidos directores (el propio Risi, Mario Monicelli y Ettore Scola) y tres grandes actores italianos (Sordi, Tognazzi y Gassman) se reunieron para mostrar, en catorce episodios, una visión lúcida, crítica y caricaturesca sobre diversos aspectos de la vida italiana del momento. (FILMAFFINITY)
Premios
1978: Nominada al Oscar: Mejor película de habla no inglesa

A modo de puzzle, el presente filme, continuación de uno que dirigiera allá por los sesenta Dino Risi, reúne a un gran reparto, con varios de los mejores actores de comedia italianos, y cuenta con la colaboración de dos grandes realizadores (aparte de Risi), como son Scola y Monicelli.

La película es un mosaico de pequeñas historias aisladas, sin solución de continuidad, que pretende aportar una visión cómica acerca de la sociedad italiana de finales de los setenta, empeño en el que, a mi parecer, no tiene gran éxito; la mayor parte de las situaciones que se reflejan son excesivamente increíbles y disparatadas, circunstancia que diluye el componente crítico del filme en favor de la mera comicidad. No obstante, hay historias que escapan a este defecto gracias a la ironía corrosiva que contienen, especialmente la del Obispo (gran Gassman) que accidentalmente recala en una parroquia obrera, la del esnob y cursi señorito genialmente interpretado por Sordi que recoge a un peatón atropellado, o la del intento de ingresar "a traición" a una madre en el asilo. Otros fragmentos destacan por su humor clásico, como la discusión del cocinero y el camarero, o por tener un sorprendente final, como en la historia de amor de la azafata y el desconocido "mudo".

Las mayores virtudes vienen de la mano de las interpretaciones, especialmente en las apariciones de Sordi, uno de los actores con mayor talento para la comedia que ha dado el cine, bien secundado por el resto (el histriónico Tognazzi, la guapísima Muti), secundarios incluidos. Por lo demás, y como es lógico en este tipo de filmes fragmentarios, prima la irregularidad, circunstancia que al menos en este caso no impide que el espectador asista con agrado al desarrollo de la cinta.
Quatermain80

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